La conquista de Marte y del espacio

Los periódicos de todo el mundo llevaron en 1997 las imágenes del robot Sojourner, desplazándose y explorando la superficie de Marte, como parte de la sonda Mars Pathfinder, de la NASA. Desde 1997 la Mars Global Surveyor ha orbitado Marte con un éxito científico innegable y desde 2001 el orbitador Mars Odyssey ha estado buscando evidencia de agua en el planeta rojo, en el pasado o en el presente, así como pruebas de actividad volcánica; todo con el fin de ayudar a preparar mejor una misión tripulada, que en cualquier no será posible antes de 2030. Y es que un viaje a Marte sería la aventura espacial más peligrosa acometida hasta la fecha, porque el planeta, que no posee atmósfera, no está protegido contra las radiaciones cósmicas, que pueden atravesar fácilmente el traje espacial de un astronauta y causarle daños irreversibles en la salud.

Desde que el astrónomo italiano Giovanni Virginio Schiaparelli descubriera en 1877 los canales de Marte, la búsqueda de agua ha presidido los sueños de muchos investigadores. «El principio básico es que si hay hielo, puede haber agua y si hay agua, puede haber vida» sostienen los astrónomos como Eduardo Ros, miembro de la Sociedad Nacional de Astronomía, que han visto en Marte un modelo hermano al de la Tierra sobre el que podemos aprender cuál es el origen de la vida en nuestro planeta, cómo puede haber evolucionado la vida en el cosmos y qué futuro nos espera.

Desde la década de los 60 el hombre ha enviado 34 misiones al planeta vecino, sin embargo, más de la mitad han fracasado en su intento. Aún así la ciencia avanza a pasos agigantados: en menos de 50 años, desde las primeras misiones, el hombre consiguó en 2004, en una misión científicamente más ambiciosa, llevar a dos robots, Spirit y Opportunity, a analizar las rocas en busca de agua, por lo que aterrizaron en dos zonas de Marte diametralmente opuestas y parece que encontraron vestigios de un antiguo mar o lago salado. El Sojouner, capaz de desplazarse mediante control remoto desde la Tierra, situada a unos 230 millones de kilómetros, es sin duda una hazaña que ya tiene relevo en las actuales misiones de la NASA y la ESA (Agencia Espacial Europea).

El 14 de enero de 2004, diez días después del aterrizaje de Spirit, el Presidente George W. Bush anunció el futuro de la exploración espacial. La humanidad volverá a la Luna en 2020 como paso previo a un viaje tripulado a Marte. Además, el Transbordador espacial se retirará en 2010 y será reemplazado en 2014 por el Crew Exploration Vehicle (Orión), capaz de atracar en la Estación Espacial Internacional (ISS) y dejar la órbita de la Tierra. El futuro de la ISS es algo incierto, tras la explosión del Columbia el 1 de febrero de 2003, y el patrón de los vuelos del Transbordador. La construcción se completará, pero el futuro de las próximas misiones es incierto, casi tanto como la consecución del gran objetivo: llegar a Marte para seguir escribiendo la historia de la astronomía desde las mismas estrellas.

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Una respuesta to “La conquista de Marte y del espacio”

  1. […] Luna, de estaciones permanentes en el espacio y del reto en el horizonte, entre otros muchos, de llegar algún día a Marte. Por otra parte, el desarrollo tecnológico de potentes observatorios  nos permite observar el […]

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